¿Os imagináis un desempleo del 85%?

Pues está sucediendo ahora mismo, en España, en la comunidad trans. Muchas de las personas transexuales optan por acabar ejerciendo la prostitución. Esto las hace todavía más vulnerables.

Ayer conocí a Carol, una persona transexual que accedió a concedernos una entrevista. Carol es portada del Pride 2018 en Barcelona por la fuerza que tiene su historia.

 

Activista por los derechos LGTBI huyó de Honduras después de ver como mataban a una compañera suya delante de ella. Los Maras y otras bandas armadas son extremadamente homofobas, tampoco el gobierno protege a este colectivo. La policía llegó a decirle “el gobierno no nos paga para proteger a payasos y maricones”. Ahora Carol se encuentra refugiada en Barcelona. “El país de acogida tampoco es 100% seguro, algunas personas te miran mal, pero al menos no te matan”.

“El gobierno no nos paga para proteger a payasos y maricones”

 

Juan Carlos Arnaiz de ACNUR nos explicaba ayer en la Jornada Refugiadxs LGTBI que muchas veces las personas LGTBI tienen que esconderse también en los países de acogida. Carol decidió finalmente venir a Barcelona, pero en la concesión de asilo pueden asignarte ir a vivir a un pueblo pequeño y alejado donde sus habitantes no tengan tanta sensibilidad por colectivos diferentes al heterosexual.

 

El día del refugiado estrenamos nuestro documental Mi nombre no es refugiado, donde explicamos la vida de algunas de las familias y de los jóvenes no tutelados que han llegado a Grecia. El denominador común es la guerra, pero a veces hay otras causas que quedan camufladas, Juan Carlos Arnaiz insistía en la importancia de detectar entre las personas que llegan a España, las que en realidad son por motivos de discriminación LGTBI, ya que muchas veces esto no se comunica y empeora la situación. Hay que explicarles a estas personas que tienen derecho a acceder al sistema de asilo internacional.

Documentales como Mi nombre no es refugiado ayudan a sensibilizar a la población de acogida. En el caso de Sant Feliu de Llobregat, donde estrenamos el documental, llevan muchos años siendo referente de ciudad solidaria y queda patente con la gran efectividad que tiene el Consell de Sant Feliu solidari en los casos de crisis humanitarias. El día 20 de junio, cuando terminó el documental y se encendieron las luces, las caras de las personas espectadoras hablaban por si solas. Muchas se acercaron a decirnos que querían formar parte de esto y que estaban muy emocionadas. Es nuestro granito de arena, que pudimos poner gracias a vosotros para que las personas que huyen de la guerra no tengan que arrastrar además la etiqueta de “Refugiado/a”. No necesitan más piedras en el camino, atrás quedan los ruidos ensordecedores de las bombas, que aún hoy resuenan en sus cabezas. Ese es el caso de la familia de Bassam, que nos confiesa que cuando hay tormenta, su mujer y sus hijos se esconden debajo de la mesa. Terrible vivir así.

Tod@s podemos hacer algo para mejorar sus vidas, cualquier persona que huye de la muerte sea por la guerra, por persecuciones por ser diferente, por el hambre… merece una segunda oportunidad, contigo, gracias a ti. Sé parte del cambio J