“Africa, Stop Malaria” surgió durante el verano del 2008 cuando nos dimos cuenta que en África seguía matando una enfermedad que aquí se podía prevenir y curar. Comenzaron así a organizarse diferentes actividades de difusión y a establecerse contactos con diferentes personas y asociaciones gambianas y senegalesas. La filosofía de la asociación fue clara desde el principio: los fondos recaudados se invertirían únicamente en mosquiteras.Trabajamos en poblados de Gambia y Senegal repartiendo mosquiteras en los compounds con menos recursos y donde vivan mujeres embarazadas y niños o niñas menores de 5 años. Realizamos previamente un censo de la población y una supervisión posterior para asegurarnos el uso correcto de las mosquiteras, que están siempre impregnadas con insecticida de larga duración (Longlasting insecticidal nets). El 100% del dinero recaudado por la asociación va destinado a la compra de mosquiteras.

Acerca de la Malaria: La malaria o paludismo es una enfermedad producida por un grupo de parásitos del género Plasmodium, transmitidos por la picadura de las hembras de mosquito del género Anopheles. Generalmente se manifiesta principalmente con fiebres intermitentes, dolores de cabeza y musculares, diarrea y decaimiento. De las cuatro especies de parásitos de malaria, es el Plasmodium falciparum el que suele causar las formas graves de la enfermedad. La malaria amenaza a más del cuarenta por ciento de la población mundial .Se estima que cada año suceden alrededor de 228 millones de casos de malaria y cerca de 405.000  muertes, en su mayoría niñxs y mujeres embarazadas. Diecinueve países en África subsahariana e India suman casi el 85% de la carga mundial de malaria. Cada minuto 45 niños y niñas enferman de malaria. La malaria está íntimamente ligada a la pobreza y está considerada una de las principales causas del subdesarrollo de África. Junto con el SIDA y la tuberculosis, es uno de los tres más importantes retos de salud pública tal y como se recoge en los objetivos del milenio.

El control de la malaria requiere del acceso al diagnóstico y al tratamiento, la educación sanitaria y la promoción y apoyo a las medidas de protección, como los mosquiteras tratadas con insecticida. A su vez, la promesa de una vacuna, aunque sólo tenga una eficacia parcial, parece más cercana que nunca.

El pueblo de las fiebres: El Prat de Llobregat, debido al agua estancada y los mosquitos, sufría muchas epidemias de paludismo, ya documentadas desde el siglo XIV. En el año 1560 el rector de la catedral de Barcelona y los prohombres del Prat acordaron acogerse bajo la protección de San Cosme y San Damián, los Santos Médicos, con la esperanza que esta veneración los libraría de la malaria. Con los siglos la situación no mejoraba, el número de muertes aumentaba, y al Prat se le conocía como “el pueblo de las fiebres”. En los años 40, durante la posguerra, todavía se registrarían casos de la que ha sido la enfermedad endémica más terrible del delta del Llobregat. 

Las mosquiteras impregnadas con insecticida: La mayoría de los mosquitos que transmiten la malaria pican de noche. Las mosquiteras, si se utilizan y mantienen correctamente, pueden proporcionar una barrera física a las hambrientas hembras de mosquito. Si además está tratada con insecticida, su eficacia aumenta notablemente, generando una barrera químico que se extiende más allá de la propia tela mosquitera. Esto tiende a repeler o a disuadir a los mosquitos de picar o acortar su vida de modo que no pueda transmitir la infección. Los ensayos de las redes insecticida-tratadas (ITN) en los años 80 y 90 demostraron que las ITN redujeron las muertes de niños en un promedio del 30%. Desafortunadamente, las ITN puede ser costosas para las familias con riesgo de malaria, que están entre las más pobres del mundo. La gente que no tienen una formación respecto a las ITNs, o que no tienen el hábito de usarlas, necesitan a menudo ser convencidas de su utilidad y persuadidas de reimpregnar regularmente las mosquiteras con el insecticida. En algunas áreas donde están ya se utilizan ampliamente las mosquiteras, se ha estimado que menos del 5% han sido reimpregnadas y por lo tanto no alcanzan la efectividad esperada. Este hecho hace patente la importancia de la educación y del trabajo conjunto con la comunidad local. Sin embargo, la mejor esperanza surge a partir de las mosquiteras con impregnaciones de larga duración desarrolladas recientemente, que pueden conservar sus características insecticidas durante cuatro o cinco años. Concretamente las numerosas mosquiteras que desde ASM hemos repartido gratuitamente son mosquiteras de cama de forma circular  hechas de poliester 100% e impregnadas con Deltamethrin.

La Artemisa: O ajenjo chino es una planta cuyas propiedades antimalàricas se conocen desde hace más de 1500 años pero que no fue hasta los años 70 que se demostró bajo un riguroso método científico. El componente activo principal del ajenjo es la artemisinina que ha demostrado una rápida actividad antimalaria.

Voluntariado: Un viaje de una o dos semanas al año, en época de lluvias, encajándolo en el mes de Agosto, con 12 plazas limitadas, con las siguientes tareas: 

  • Seguimiento y supervisión.
  • Distribución de mosquiteras.
  • Ampliación del censo.
  • Tareas educativas.
  • Recogida de información.